No estaba previsto que El Chicle declarase ayer en los juzgados de Ribeira, a donde fue trasladado desde la prisión de A Lama para comunicarle los delitos que se le imputan por la muerte de Diana Quer y que será juzgado por un jurado popular. Pero la defensa solicitó su interrogatorio, el juez lo aceptó y el presunto autor de haber acabado con la vida de la joven madrileña desaparecida el 22 de agosto de 2016 en A Pobra aprovechó para cambiar la versión ofrecida ante la Guardia Civil, cuando manifestó haber atropellado a la víctima.

Según la acusación particular, presente en la comparecencia, José Enrique Abuín Gey confesó en esta primera declaración en sede judicial haber estrangulado a Diana, si bien dice haberlo hecho "involuntariamente", y ha exonerado a su mujer. "Fue una declaración absolutamente contradictoria y contraria a la que había hecho en su momento. Pasamos de una mentira a otra mentira, lo esperado por nosotros", señaló Ricardo Pérez Lama a las puertas de los juzgados de Ribeira al término de la comparecencia. "El hecho lo asume solo, eso es lo único coincidente con su declaración anterior", apuntó.

Tanto acusación particular como Fiscalía solicitan imputar al El Chicle por asesinato, detención ilegal y "agresión sexual". En este sentido, Juan Carlos Quer se refirió al encausado como "un depredador sexual que la metió en un pozo y se aseguró durante 500 días que no quedase evidencia alguna biológica de esa agresión sexual". "Tiene tres causas abiertas por delitos que van en la misma dirección", recalcó.

Aclaraciones sobre la autopsia

Su abogado reiteró ante el magistrado del Juzgado número 1 de Ribeira, al igual que la Fiscalía, la petición "fundamental" de una reconstrucción de los hechos que espera que el juez acepte. Además, también solicitó la aportación a las actuaciones de una recreación virtual del recorrido realizado por el detenido la noche de autos, así como "aclaraciones importantes de la autopsia", añadió Quer, que recalcó "la importancia" de que se practiquen estas pruebas para intentar demostrar la agresión sexual que sostiene la acusación.

Antes de entrar a los juzgados, el padre de Diana dejó claro que "vengo aquí para pedir justicia, que no venganza" y expresó su deseo de "mirar a los ojos" al asesino confeso de su hija. "Además de haber sido muy doloroso, este individuo de modo alguno ha sido capaz de mantener una mirada porque no tiene capacidad para poder hacerlo", lamentó a la salida del edificio judicial ribeirense.

Quer insistió una vez más en la necesidad de no derogar la prisión permanente revisable para que "estos individuos tengan una condena de cárcel a la altura del delito cometido". Se erigió representante no solo de su hija, sino de "todas las mujeres y jóvenes de este país, que hemos dicho basta, hasta aquí hemos llegado", y se refirió a "sentencias que claramente van en contra de la opinión generalizada, del sentido común", en alusión a la de La Manada, un fallo que observa "con estupor".

En referencia a la muerte de Diana, concluyó que "merecerá la pena su trágico desenlace si conseguimos evitar poner nuevos cadáveres encima de la mesa"