Técnicos y responsables de la Xunta se reunieron ayer en el centro social de Guillarei con los afectados por la explosión de la nave pirotécnica clandestina de Paramos para explicar las ayudas y las soluciones que ha puesto en marcha la administración autonómica, pero no convencieron a los afectados y se vivieron momentos de mucha tensión.

La oferta incluye ayudas inmediatas de 450 euros al mes para alquileres durante dos años, más otros 600 euros para afrontar posibles fianzas o gastos en el contrato. Los préstamos serán de hasta 109.000 euros para rehabilitar las viviendas habituales de los damnificados y de 43.000 para las segundas viviendas. Todas estas ayudas son compatibles con las cantidades que puedan aportar las compañías de seguros, siempre que la suma de ambas no supere la cantidad en que se valoren la reconstrucción. También se facilitarán hasta 3.000 euros complementarios para ajuar y menaje, así como otra cantidad similar para las edificaciones complementarias, caso de los galpones.

"Son las mismas ayudas que se prestaron a los afectados por la oleada de incendios del año pasado y resultaron efectivas", explica Heriberto García, director del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS). Entiende el malestar entre los afectados porque la "desesperación" es patente ya que "lo perdieron todo", pero apunta que no habrá limitación de crédito presupuestario, por lo que todos los que reúnan las condiciones tendrán ayuda, a la vez que incide en que los gastos de desescombro y de los informes técnicos que precisen están incluidos en las ayudas a conceder.

"Queremos tranquilizarlos pues tanto desde la Xunta como desde el Concello vamos a asesorarles en todo y deben saber que también que queremos que tengan facilidad de gestión. La documentación es sencilla y la administración autonómica y municipal pondrá en marcha una oficina conjunta para asesorarles", incide Heriberto García.

El alcalde, Carlos Vázquez Padín, comprende el malestar vecinal. "No es lo que querían escuchar en cuanto a soluciones inmediatas y facilidades", dijo. "Aunque la línea de ayudas es bastante generosa y práctica, sabe a poco respecto a lo que ellos demandarían". El regidor apunta que "la ciudadanía está desesperada, con razón, pero tampoco se puede responsabilizar a las personas del IGVS. También resaltó la cantidad de afectados frente a los incendios de octubre.