La seguridad de las personas para acceder a las viviendas antes de retirar enseres es algo prioritario para el juzgado de Tui que lleva el caso. Por eso su titular pidió el viernes a la Xunta que facilitase peritos judiciales que permitan cuantificar los daños y catalogar las casas afectadas en función de los mismos. Los habitantes de la zona cero son los que más difícil tienen poder acceder a los que fueron sus hogares. Las palas tiran ya las casas más afectadas cuya estructura no resistió. "Si te traen con los ojos tapados y te dejan aquí, puede parecerte que estás en un pueblo bombardeado de Siria", relata Antonio Dopazo, uno de los afectados. Tiene buenas noticias. Parece que su casa, por la que todavía sigue pagando hipoteca, puede repararse. "La techumbre hay que retirarla entera, pero los tabiques de arriba están agrietados a media altura y pueden repararse. Lo que mejor aguantó es el bajo, que tiene estructura de piedra y está bien", comentaba satisfecho. A petición de algunos vecinos que siguen en sus casas pero sin puertas ni ventanas, la Guardia Civil ha ampliado el perímetro de seguridad en la zona cero para darles cobertura.