La muerte de Juan Carlos González Martín, Culebra, el que fuera cabecilla de la mayor trama de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico desarticulada en Vigo, supone la extinción de su responsabilidad penal en la causa por la que había sido condenado a seis años de prisión y 56 millones de euros de multa. Lo que no frena su fallecimiento es el decomiso del ingente patrimonio intervenido en la operación Malpolón, un caso que mantiene en prisión cumpliendo sus respectivas penas a su mujer, sus tres hijos y otros familiares y testaferros a través de los que blanqueó, según estimó la Fiscalía, más de 20 millones de euros.

La condena, confirmada por el Tribunal Supremo, fue dictada por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. Esta es la sala a la que le corresponde ejecutar la condena. González Martín estuvo en prisión provisional tras su arresto en el marco de este operativo -entre febrero de 2008 y noviembre de 2009-, pero, tras dictarse la sentencia y adquirir ésta firmeza, no llegó a entrar en el penal. Su ingreso estaba en suspenso: su encarcelamiento era "inviable" por el tratamiento médico que seguía debido sus graves enfermedades.

Ahora, tras su fallecimiento, lógicamente sus responsabilidades penales se extinguen. Quienes sí están cumpliendo la pena privativa de libertad -pese a que trataron de evitarlo presentando una avalancha de recursos e incluso en algunos casos pidiendo el indulto- son los demás sentenciados a los que les correspondía entrar en prisión.

Con la cuestión penal resuelta, lo que desde el punto de vista de la ejecución de la condena no está del todo cerrado es lo relativo a las consecuencias del comiso definitivo del dinero y patrimonio incautado a esta red, principalmente a Culebra y su familia. La ingente y variada cantidad de bienes -desde dinero hasta inmuebles pasando por joyas y obras de arte- ha provocado que los trámites para adjudicar los mismos al Estado haya sido un proceso lento y complejo. La Audiencia trabajó durante meses en esta cuestión y, aunque todavía quedan algunos flecos por cerrarse, ya ha puesto estos bienes a disposición del organismo competente, según informaron esta semana fuentes judiciales. La sentencia establece que la adjudicación se hace a través del fondo procedente de los bienes decomisados por tráfico de drogas y otros delitos relacionados.

Bienes patrimoniales

La enorme cantidad de bienes que fueron objeto de comiso definitivo dejaron un balance millonario. En dinero, la cuantía supera los 15 millones de euros, entre los que se encuentran los 5,8 millones que el principal condenado tenía en una sucursal del Banco Santander Totta en Viana do Castelo (Portugal). También hay dinero que había en entidades españolas, otras cantidades obtenidas de la venta de inmuebles, otras aportadas como capital social a mercantiles o efectivo aprehendido en su día en los registros.

Además constan al menos siete viviendas, entre ellas el chalé que Culebra tenía en Panxón (Nigrán), así como otras en Vigo. En lo que a inmuebles se refiere se decomisaron asimismo cuatro locales comerciales y una nave industrial situada en la parroquia viguesa de San Andrés de Comesaña. En cuanto a parcelas, en el listado de bienes se citan fincas en León y un terreno rústico en Donas (Gondomar).

Entre los más de 30 vehículos que se incautaron había varios de alta gama. Como un Porsche Cayenne que tuvo un papel importante en la operación. Este todoterreno urbano sufrió un incendio durante su custodia y ya fue objeto de subasta, junto a otros, por un valor ínfimo. Hubo finalmente decomisos de barcos, de joyas y relojes valorados en más de 465.000 euros y de 79 cuadros, algunos de reconocidos pintores, tasados en 230.150 euros.