Durante casi 19 meses fingió, sin permitirle escuchar nunca su voz ni tener contacto físico con él, ser novia en la distancia de un pontevedrés vecino de Poio. Pero realmente era un vecino de Las Palmas que no hacía más que quedarse con el dinero de alguien "ciego" de amor. La Guardia Civil ha logrado poner fin a esta "estafa amorosa" que le ha costado a este poiense nada más y nada menos que unos 36.000 euros. Una cantidad que la enamorada víctima, a través de dos empresas de transferencia internacional de dinero, fue enviando a su presunta novia entre mayo de 2016 y octubre de 2017 para ayudarla en las dificultades económicas que supuestamente estaba padeciendo y para las que llegó a pedir prestamos personales.

En mayo de 2016, este vecino de Poio era usuario de una página de contactos y tras intercambiar distintas conversaciones con la mujer que decía vivir en Tailandia, la relación se afianzó más tarde a través del WhatsApp. La mujer le dijo padecer una delicada situación económica debido a una deuda de 16.000 euros contraída con otro ciudadano español afincado también en Tailandia al intentar montar allí un negocio de hostelería.

El pontevedrés inició los envíos de dinero en junio de ese mismo año y la relación se prolongó hasta octubre del año pasado, momento en que había enviado ya 16.000 euros. Las dudas surgieron cuando su supuesta novia lo llamó desde Gerona, donde en teoría estaba siendo retenida contra su voluntad por un amigo del prestamista a quien le debía dinero.

Ante las sospechas, el hombre acudió a la Guardia Civil y gracias a esa denuncia el Equipo de Policía Judicial de Cangas abrió una investigación. Las pesquisas condujeron a los investigadores hasta Las Palmas de Gran Canaria donde consiguieron desenmascarar a la presunta novia. La mujer que durante 17 meses recibió dinero puntualmente desde Pontevedra era realmente un joven que, en aparente complicidad con su padre, pusieron en marcha esta trama que se mantuvo hasta que la Guardia Civil destapó la mentira.

Según pudo avanzar la investigación, pese a que la víctima presentó la denuncia que posibilitó la localización de los investigados, el engaño se prolongó hasta que le sacaron otros 20.000 euros con la misma farsa, ya que llegó a acudir a préstamos personales para hacer frente a las cantidades que le demandaba su supuesta novia.

Nunca se vieron, ni hablaron

El denunciante en ningún momento llegó a conocer físicamente a su "novia" ni tuvo comunicación verbal con ella, limitándose la relación al intercambio de mensajes por internet y WhatsApp.

Las investigaciones llevadas a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cangas (Pontevedra), en el marco de la denominada operación Pascan, concluyeron con la identificación de J.G.A., de 26 años, como promotor y principal responsable de la estafa, en supuesta connivencia con su padre J.G.M., de 49 años, ambos con residencia habitual en Las Palmas de Gran Canaria.