El niño Gabriel Cruz murió entre una y dos horas después de la "última ingesta de alimento sólido" al sufrir una "anoxia anóxica" tras una "asfixia mecánica por sofocación manual", en concreto una "oclusión extrínseca de los orificios respiratorios, fosas nasales y boca. Así consta en el sumario de la causa seguida contra la que era pareja del padre del menor, Ana Julia Quezada, investigada como presunta autora de los delitos de asesinato, detención ilegal y contra la integridad moral por la muerte del pequeño en una casa paterna de éste en Rodalquilar, en Níjar (Almería).

El estudio criminalístico señala que la muerte del niño se produjo entre las 15.30 y las 16.30 horas del 27 de febrero del 2018, dos horas después de comer poco después de su desaparición en Las Hortichuelas. Asimismo, destaca que en el cadáver del niño eran "muy llamativos los signos generales de asfixia".

En el sumario también consta una carta escrita de puño y letra por Quezada y dirigida a Ángel Cruz, progenitor del menor, en la que pide perdón "de todo corazón" y en la que dice "lamentar" todo el daño que le ha hecho a él y a la madre de Gabriel, Patricia Ramírez.