Un vecino de Salvaterra (Pontevedra), Manuel González C., de 64 años, falleció ayer al ser arrollado por un coche de competición que participaba en el XV Rally Sur do Condado, que organiza la escudería Surco, y perteneciente al Campeonato Gallego.

Los hechos ocurrieron a las 13.15 horas en el concello de As Neves, parroquia de Taboexa, momento en el que este vecino y otros aficionados se encontraban disfrutando de la carrera en una zona de monte en la carretera que une Oliveira (Ponteareas) y Lira (Salvaterra).

Por razones todavía sin aclarar, el vehículo, un Renault Clio de 16 válvulas -adscrito a la Escudería Surco- se salió de la carretera en una curva impactando contra un grupo de aficionados donde se encontraba la víctima mortal. La zona, aunque no estaba vallada, estaba señalizada con una cinta plástica como espacio prohibido para el público, según explicaron fuentes próximas al punto del accidente.

Hasta el lugar se trasladó la Guardia Civil y urgencias médicas, que movilizaron un helicóptero y una ambulancia medicalizada. Los equipos de emergencia trataron de reanimar al atropellado, pero finalmente nada pudiron hacer por su vida. Además del muerto, el coche alcanzó a otras dos personas que resultaron heridas leves.

El fallecido es padre de uno de los copilotos de la escudería Surco y también participaba en el Rally, Diego González Martínez. Una vez sucedido el accidente, la organización decidió continuar con la disputa de la prueba tras una consulta al hijo del fallecido, aunque sí se suspendió el acto oficial de la entrega de premios y se anuló el tramo donde se produjo el incidente.

Por otra parte, el copiloto del vehículo con el dorsal número 62 Brais Mirón tuvo que ser atendido después de que su coche, conducido por Juan Carlos Domínguez ,sufriera una salida de vía en Arbo. En un primer momento se creía que había sido un atropello, pero posteriormente se informó de que el coche se salió de la vía. El copiloto no podía levantarse del suelo y tuvo que ser evacuado en ambulancia. Tras una revisión se detectó que tenía un pinzamiento lumbar y estaba fuera de peligro.

Toda la familia del motor de la comarca del Condado, agrupada en torno a la escudería Surco vivió ayer con dolor la última parte del rally, por la muerte del espectador, que era aficionado habitual a este tipo de pruebas.