Fin de la agonía en la cueva de Tailandia donde doce niños y su entrenador estaban atrapados. El rescate de los doce niños que quedaron atrapados hace dos semanas en una cueva del norte de Tailandia concluyó ayer con la salida de los últimos cuatro niños, su monitor y el equipo que les ha estado acompañando este tiempo para garantizar su seguridad. En total, nueve personas.

Los primeros niños, cuatro en total, salieron de la gruta el domingo y desde entonces las fuerzas de seguridad trabajaban a contrarreloj para recuperar al resto antes de que se reanudaran las lluvias torrenciales que les dejaron atrapados. El lunes salieron otros cuatro y ayer vieron la luz las últimas víctimas de este accidente. Uno de los buceadores que participaba en las tareas de recate fallecía hace unos días al quedarse sin oxígeno en la botella mientras cubría el largo y laborioso trayecto bajo el agua desde la entrada de la sima al punto donde se encuentran los niños. Es la única víctima mortal del suceso.

"No estamos seguros de si esto es un milagro, ciencia, o qué. Los trece miembros de los Jabalíes Salvajes están ahora fuera de la cueva", anunciaron las fuerzas especiales de la Marina Tailandesa en un mensaje publicado en redes sociales, en referencia al nombre del equipo de fútbol al que pertenecen los niños.

Los ochos niños que fueron rescatados entre el domingo y el lunes se encuentran en buenas condiciones de salud, según las autoridades tailandesas. Los que fueron rescatados ayer se someterán en las próximas horas a una revisión médica para confirmar que están bien.

"Sus padres se han ido a casa para darse una ducha y cambiarse de ropa. Podrán verles esta noche" a través de un cristal en el hospital, dijo Osottanakorn. Los médicos continuarán monitoreando su estado de salud para verificar que ninguno haya contraído histoplasmosis, una enfermedad pulmonar causada por un hongo que crece en las heces de los murciélagos.

Los adolescentes rescatados han sido puestos en cuarentena para evitar tanto que contraigan como que contagien infecciones, y para recuperar fuerzas. Asimismo, les han administrando vacunas para el tétanos y la rabia.

La misión de rescate, en la que han participado unos cien efectivos, incluidos los 19 submarinistas encargados de extraer desde el interior de la cueva a los atrapados, uno de los cuales murió en uno de los trayectos, ha llamado la atención de todo el mundo.

De hecho, varios líderes internacionales han celebrado el exitoso rescate. "Felicidades a los Navy SEAL tailandeses", ha escrito en Twitter el presidente estadounidense, Donald Trump. "Qué momento tan bonito", ha añadido. La primera ministra británica, Theresa May, se ha declarado "encantada", mientras que el Gobierno alemán ha destacado la "valentía" de los niños, su entrenador y los rescatadores.

Por su parte, el primer ministro tailandés, Prayuth Chan Ocha, ha prometido que se adoptarán medidas adicionales de seguridad en torno a la cueva para preservar la integridad de quienes quieran visitarla en un futuro. "Se ha hecho mundialmente famosa (...) tenemos que instalar más luces dentro y poner señales", dijo a la prensa en Bangkok.

Los doce menores y su entrenador de fútbol quedaron atrapados en la cueva de Tham Luang, ubicada en la provincia de Chiang Rai (norte), el pasado 23 de junio al verse sorprendidos por las intensas precipitaciones que inundaron parte de los túneles del complejo.