La Guardia Civil supo en todo momento que Luciano José Simón, el vecino de Turieno (Cantabria) escondido durante más de 20 horas tras huir de su casa después de disparar en varias ocasiones a los agentes, "estaba cerca" y "controlaba" la vivienda, a la que siempre se pensó que iba a volver.

Fuentes de la investigación han confirmado a Efe que el hombre, detenido a las 00.35 horas de anoche, cuando entró a su casa, después de creer que la Guardia Civil se había retirado de la vivienda, no llevaba la escopeta con la que durante horas disparó a los agentes, y aseguró que "la había dejado en el monte".

El hombre también dijo a los agentes, después de ser detenido, que había vuelto a la casa porque quería buscar "una cosa", que finalmente no desveló qué era a los guardias civiles que le detuvieron.

Los investigadores creen que Simón, de 58 años, que durante 29 horas ha tenido en vilo a la comarca cántabra de Liébanadonde vivía, estaba escondido en un bosque cercano a su casa y desde allí veía cómo iba actuando el operativo de la Guardia Civil que le buscaba.

En un momento, pasada la medianoche, el hombre vio que los agentes que habían permanecido dentro y fuera de su casa se retiraban, y fue cuando se acercó a la vivienda para recoger algo y volver de nuevo al bosque.

Sin embargo, cuando estaba dentro, la Guardia Civil, que seguía vigilando la casa, entró a la vivienda y detuvo al individuo cuando iba a salir de nuevo, se cree que otra vez hacia el monte, donde supuestamente ha dejado la escopeta con la que la noche anterior disparó "en más de 20 ocasiones" a la Guardia Civil.

Tras ser detenido, el hombre fue trasladado al cuartel de San Vicente la Barquera para ser interrogado y abrir las diligencias correspondientes, que serán remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de este municipio.

La Guardia Civil puso controles en los tres accesos por carretera a la comarca de Liébana, en los montes y montañas cercanos y mantuvo sobrevolando durante todo el día el helicóptero, para intentar localizarlo.

Las fuentes consultadas por Efe han señalado que el hombre pudo salir de la casa sobre las 4.30 horas de la madrugada de martes al miércoles, después de que se oyeran dos disparos dentro de la vivienda.

Entonces, la oscuridad casi absoluta unida al desconcierto que se produjo cuando se conoció que un agente estaba herido por el tiroteo, permitieron al individuo salir por otra pequeña ventana, en la parte opuesta de la casa, se colgara de unos cables para llegar al suelo y corriera hacia el monte.

El objetivo de Luciano José Simón era no volver a prisión, como dijo en varias ocasiones a los negociadores que intentaron que depusiera su actitud y se entregara.