Un galpón anexo a una vivienda del barrio de Cristelos, en la parroquia tomiñesa de Barrantes, registró ayer un aparatoso incendio que movilizó a bomberos de cuatro puestos diferentes. El fuego calcinó más de 300 alpacas de paja que se encontraban en el cobertizo, donde los propietarios almacenaban además maquinaria, aperos de labranza y piensos. Los agentes apuntaban a las altas temperaturas como causantes del siniestro, ya que el alpendre carecía de ventilación y el material pudo haber generado gases que provocaron la combustión.

El intenso calor complicó además las tareas de extinción y uno de los bomberos tuvo que ser atendido por un golpe de calor en plena intervención. Lo asistió personal sanitario del servicio de urgencias de Tui y después continuó con las tareas.

El fuego se declaró en torno a las cuatro de la tarde y se mantuvo activo durante horas y requirió la intervención de agentes de Porriño, Val Miñor, A Guarda y Ponteareas. Vecinos del entorno les ayudaron, no solo a retirar las alpacas sino también con bebidas frías.