Nuevo golpe al narcotráfico gallego con 22 detenidos y un remolcador cargado con más de 2.000 kilos de cocaína apresado en el Atlántico cuando navegaba desde Cabo Verde hacia Galicia. Manuel Charlín Gama, el patriarca del clan, y su hijo Melchor son dos de las piezas cobradas en una macrooperación policial desarrollada por el equipo policial de lucha contra el crimen organizado, Greco-Galicia y dirigida por el juez de Instrucción número 4 de Vigo Juan Carlos Carballal y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra.

El operativo ha descabezado una coalición de grupos de narcos de Arousa aliados para afianzar sus posiciones en el transporte de grandes alijos marítimo de drogas y liderar el mercado. Con ellos han caído otras 20 personas, la mayoría viejos conocidos de las fuerzas de seguridad que se encuentran en libertad condicional o pendientes de otros juicios.

Entre los arrestados destaca el narco vilanovés Jacinto Santos Viñas, con un largo historial de condenas, que fue interceptado cuando circulaba en su vehículo en Meis mientras disfruta de su tercer grado penitenciario por una condena de 28 años en relación con un doble transporte marítimo de coca; junto a él han sido detenidos su mujer y uno de sus hijos. Trasladado a su domicilio en San Martiño de Meis se procedió al registro de la vivienda.

También ha caído el arousano José Bóveda Ozores, alias Charly o Sandokán, un experto piloto que dirige un astillero de Cambados especializado en motores de embarcaciones que, pese a varias detenciones y algún procesamiento -con fuga de un narco arrepentido por medio, lo que llevó a la absolución del grupo gallego- , nunca resultó condenado por narcotráfico. Los investigadores le consideran, no obstante, un histórico del negocio desde hace treinta años. Su astillero en el muelle de Tragove a nombre de la sociedad Graunner Ships SL, cuyo logotipo llevaba en la camiseta que vestía, fue registrado durante casi cuatro horas.

En Boiro fue detenido el hostelero y expresidente del club de fútbol de Boiro Mario Otero, cuyo negocio, la cafetería York, fue registrado, y Serafín Pego, que sería el propietario del barco que acudía a recoger el alijo para trasladarlo a la costa.

La alianza de organizaciones gallegas desarticulada pretendía reducir costes y ser más operativos y potentes frente a los cada vez más disgregados clanes convertidos en meros lancheros y narcotransportistas, siguiendo la estela del cártel que quiso formar Sito Miñanco, también desarticulado por la Policía Nacional el pasado febrero.

Relanzar el negocio de los grandes alijos marítimos de cocaína era el objetivo de la alianza de clanes, frustrado ahora tras año y medio de minuciosa investigación policial. Una operación coordinada por los servicios centrales de la Policía Nacional con ayuda de las unidades de drogas y crimen organizado (Udyco) de Galicia y Almería, grupos de respuesta contra el crimen organizado (Greco).

Una de las novedades de la alianza de narcos desarticulada es que recuperó para este transporte marítimo la vía Africana. El remolcador y la droga habrían partido de Cabo de Verde y navegaban escoltados hacia Canarias, a donde se prevé que lleguen la próxima semana.

El abordaje del barco cerca de las islas Azores, dio paso ayer a los arrestos en tierra de muchos de los protagonistas de la historia del narcotráfico en Galicia durante los últimos treinta años.

Además de las detenciones, 17 de ellas en Galicia, se han practicado una treintena de registros en domicilios, naves y empresas en los municipios gallegos de Boiro, Ribeira, Vilagarcía, Vilanova de Arousa y Cambados; así como en Marbella, Huelva y Yuncos (Toledo).

Los detenidos permanecen en distintos calabozos policiales de la provincia de Pontevedra y presumiblemente se agotará el plazo de 72 horas antes de que sean puestos a disposición judicial en Vigo. Sus declaraciones están pendientes de que se cierre la operación, pues todavía quedan flecos por resolver. Mientras tanto se ha decretado el secreto de sumario.

Los que ya pasaron a disposición judicial ayer son los cuatro tripulantes del remolcador, dos españoles y dos senegaleses. El juez instructor, Juan Carlos Carballal, les tomó declaración ayer por teléfono satélite con el patrullero en el que permanecen detenidos y acordó su ingreso en prisión sin fianza, según informó el Tribunal Superior de Xustiza en Galicia (TSXG).

La medida se adoptó en aplicación de la nueva Ley que no permite prorrogar las 72 horas desde el momento de la detención. El remolcador continúa navegando rumbo a las islas Canarias y se excedería dicho plazo. El juzgado acordó prisión para los cuatro, investigados por un delito de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia y en el seno de una organización criminal.

Vecinos de Vilanova de Arousa creían que habían vuelto a los años 90, cuando la toma del pazo de Baión por el entonces juez de la Audiencía Nacional, Baltasar Garzón, cuando a primeras horas de la mañana hizo irrupción en el cielo un helicóptero policial que sobrevolaba las viviendas embargadas a los Charlines, que siguen disfrutándolas.

El gran despliegue de fuerzas de la Unidad de Intervención Policial (UIP), efectivos de paisano en coches camuflados, especialistas caninos en la búsqueda de dinero y drogas y servicios aéreos, se delegaron por toda la comarca de Arousa, en algunos casos de forma simultánea.

El registro en casa de Manuel Charlín duró unas cuatro horas y se efectuó en presencia de su abogado. Numerosos agentes custodiaron la vivienda para finalmente llevarse detenidos al patriarca del clan y a su hijo Melchor.

Después le tocó el turno al astillero de Tragove en Cambados vinculado a Charly, que permaneció tranquilo y no trató de ocultarse durante las cuatro horas del registro. "¿Qué creen que voy a tener aquí?, otra vez lo mismo", aseveraba a los agentes resignado.

Los 18 detenidos en tierra pasarán a disposición judicial en los próximos días ante el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo. Se trata de la segunda operación de gran alcance contra los narcos gallegos de este año.