Una mujer de 55 años y su hija, de 24, iban tranquilamente por una calle de València el pasado martes cuando, sin motivo aparente ni conversación previa alguna, un hombre se les acercó y comenzó a golpearlas, propinándoles puñetazos en la cara. Ambas acabaron en el Hospital Clínico, la hija con lesiones en el tabique nasal, y su agresor fue detenido. Un día después, el arrestado, un gallego de 43 años con antecedentes por hechos similares, está ya en la calle sin ni siquiera ser explorado por un especialista en psiquiatría.

El acusado reconoció los hechos ante el juez en un juicio rápido por un delito leve de lesiones. Eso sí, argumentó que tiene este tipo de conductas violentas porque unas voces le dicen lo que tiene que hacer. Incluso manifestó que si éstas le ordenan «destruir Galicia» tendría que hacerlo.

Pese a las evidentes muestras que apuntan a una posible patología, al no solicitar la defensa su exploración psiquiátrica, el detenido quedó en libertad. A esa misma hora sus víctimas acababan de ratificar su denuncia en el juzgado. Según relataron a Levante-EMV, su agresor iba hablando solo por la calle cuando se cruzó con ellas a la altura de la calle Padre Tomás Montañana. Apenas les dijo una frase: «¿Sabéis que es esto?», mostrándoles el puño. Y comenzó a pegarles. «Me puse delante para proteger a mi hija», relata Leonor. Un joven que vio la brutal agresión corrió en su ayuda y retuvo al agresor hasta que fue detenido por la policía.