Último balance de la Consellería de Sanidade sobre el accidente en la zona de conciertos de O Marisquiño 2018. Esta madrugada ingresó en el Complexo Hospitalario de Vigo (Chuvi) un herido más, lo que eleva hasta ocho la cifra de hospitalizados en estos momentos, de acuerdo con los datos actualizados a las 10:00 de esta mañana. En cuanto al número total de atendidos, pasó de 377 heridos contabilizados ayer a 428 registrados hoy.

De los que permanecen ingresados, cuatro están en el Hospital Álvaro Cunqueiro -uno en la UCI-, tres en Povisa y uno en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. En el global de heridos, 189 se atendieron en el Cunqueiro, que reforzó su personal para atender la emergencia, 57 en el PAC de Vigo, cuatro no PAC de Redondela, 106 en Povisa, 26 en Fátima, 11 en el Hospital Montecelo, siete en El Castro, uno en Concheiro, tres en Domínguez y 24 en el punto de atención del 061.

"Pensé que íbamos a morir, tenía gente encima y debajo de mí y la pierna atrapada". Este es el duro testimonio de Pablo, uno de los 428 heridos el domingo durante el derrumbamiento en el puerto de Vigo, de los cuales ocho continúan ingresados, cinco con pronóstico grave (uno de ellos en la UCI). Además, los bomberos tuvieron que excarcelar a dos mujeres que quedaron atrapadas bajo los restos de la estructura de hormigón del paseo.

Justo en la zona que se vino abajo, Pablo disfrutaba de la música con Antón. "Lo último que recuerdo antes de estar abajo fue escuchar un crujido y la cara de Antón mirándome", cuenta Díaz, que tiene la muñeca dislocada. Antón se rompió varios dientes y la mandíbula al impactar contra las maderas. "Lo peor fue la incertidumbre, los llantos y gritos que se escuchaban. No lo olvidaré nunca, no sabíamos lo que pasaba, si la superficie se iba a derrumbar más o cuánto tiempo estaríamos así, fue horrible", explica.

Antes del suceso, en la barandilla que estaba a pocos metros de los jóvenes, se encontraban Ángela y sus amigas, de las que una de ellas cayó directamente al agua. "Cerré los ojos y los abrí cuando todo dejó de golpearme. Caímos donde la gente tiraba las tablas de madera que apartaban y les pedimos que parasen", relata preocupada. Cuando lograron salir, taparon a su amiga, que tenía hipotermia. Además, recibió puntos en la muñeca, sufre un esguince de tobillo y su espalda quedó llena de moratones.

"Toqué el agua"

La noche tampoco fue agradable para Aaron Rodríguez, de 15 años, y su madre, que no supo nada de él en cuatro horas. A Aaron le trasladaron al hospital Vithas, donde le dieron el alta a las 05.00 después de tratarle un traumatismo y heridas en el cuerpo. "Estaba bailando con una chica y lo siguiente que recuerdo es ver todo negro, me cayó una piedra en la cabeza y tenía el brazo atrapado. Toqué el agua con un pie, veía piernas por encima de mi cabeza y escuchaba gente llorando", asegura. Tras cinco minutos de angustia, varias personas le sacaron y acudió a ayudar a su amiga, que permanece ingresada en el hospital Álvaro Cunqueiro con un tobillo roto.

Un caso similar fue el de Fernando González, de 22 años, que estaba en la zona que se vino abajo. Ya descansa en su casa pero pensó que perdería una pierna. "Después de escuchar un ruido vi en el horizonte cabezas de gente que se estaba cayendo. Tenía personas encima y me puse a gritar, además de que me dieron botellas en la cara", dice. Debido a la caída tiene contusiones en la nariz y en la pierna.

Martín Tena es otro de los afectados y describe el momento del suceso "como si un rayo partiese el suelo por la mitad y todos cayesen por dos rampas hacia el medio". Consiguió salir por su propio pie, pero tiene un esguince y el labio roto. Además, el vigués quedó impactado por la historia de un conocido que cayó junto a una chica que "estaba atrapada por la cintura".

El peso de los escombros costó a Héctor Miranda un esguince cervical y puntos en la cabeza y Antía Soliño, de 19 años, explica que en cuestión de segundos se vio atrapada "sin apenas aire" tras la caída. Se encontraba cerca del escenario cuando la estructura cedió. "Estaba abajo de todo y tardé en subir porque tenía un pie atrapado entre los tablones de madera y no lo podía sacar". Una vez arriba, dos chicos la ayudaron y fue trasladada al hospital Povisa debido a que se rompió el tobillo.