La estructura del paseo hundido ni se inspeccionó ni tuvo un mantenimiento por ninguna administración, por lo menos en los últimos años. La estructura que sostenía el entarimado marítimo que colapsó en As Avenidas durante el concierto final de O Marisquiño no solo no fue revisado para el evento sino que tampoco se sometió a control alguno al haber discrepancias entre administraciones sobre la competencia del tramo.

Y es que mientras el Puerto alega que la conservación de la zona siniestrada compete al Concello, el Gobierno local incide en que la superficie hundida se corresponde en la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios con "zona portuaria náutico deportiva" y que nada tiene que ver con el denominado ámbito de confluencia o interacción puerto-ciudad que fue objeto de reforma en el proyecto Abrir Vigo al Mar del año 1997.

Precisamente sobre este convenio ampara Enrique López Veiga, presidente de la Autoridad Portuaria, su argumentación. "El Concello se comprometió durante los 50 años de este convenio al mantenimiento de toda la actuación. Es que no dice si se trata solo de la parte de arriba o de la parte de abajo, no; toda la actuación. El alcalde habla de otro documento, pero el que hay que mirar es este", matiza Veiga.

Sus palabras contrastan con las declaraciones del regidor Abel Caballero, que indica que el muelle pilotado que se vino abajo la madrugada del lunes se cataloga como "zona portuaria náutico-deportiva" y está fuera de la "zona vinculada a la interacción puerto-ciudad", por lo tanto, es "estrictamente de competencia portuaria".

Caballero volvió a recordar ayer que "esa estructura está hecha mucho antes de Abrir Vigo al Mar y por ello no entra en ningún convenio [...] Yo no quiero hacer atribuciones de culpabilidades, pero sí insisto en que es una zona del Puerto". Esta maraña de competencias provocó la ausencia de controles y revisiones no solo de la estructura de hormigón colapsada, sino de la de todo el paseo, un total de 225 metros de enclave marítimo y de ocio significativo para los vigueses.

Además de buscar las causas que provocaron la quiebra del hormigón, otra actuación fundamental pasa por conocer la situación del resto del pantalán que se mantiene en pie. Para ello el presidente del Puerto encargará de inmediato una revisión a fondo de todo el entorno de la zona derrumbada para extremar la seguridad, "al margen de quien tenga la responsabilidad".

La administración dependiente de la Xunta esperó a que se produjese el desprecinto judicial de la zona para poder realizar su estudio particular de revisión de toda la estructura, que se iniciará en los próximos días.