Luis Bellido, de 13 años, ya descansa en su casa desde que ayer le dieron el alta en el Hospital Povisa. Cuando se produjo el derrumbamiento estaba apoyado en la valla del paseo esperando a unos amigos. "Caí encima de una roca y un chico me cayó encima. Estaba todo oscuro y la gente gritando, pensábamos que íbamos a morir", relata con entereza. Reconoce que "no tuvo tiempo casi ni a llorar" cuando estaba en el agujero, ya que solo trataba de que el chico que tenía encima no le aplastase. "Noté que subía el agua y tiré de la pierna para sacarla de entre dos maderas. Cuando lo conseguí no la podía mover, pero levanté los brazos para pedir ayuda y me sacaron", afirma. Bellido sufrió la rotura de la tibia y el peroné y ayer fue intervenido.