Alejandra Carballido, de 16 años, fue a O Marisquiño en un grupo de cinco amigos con los que veía el concierto en la parte delantera del paseo de madera. "Solo me acuerdo de caer, estar abajo del todo y venirme gente encima. Sentía la presión de que me aplastaban y tenía ganas de vomitar pero supe mantener la calma", cuenta desde el Povisa, junto a su padre y una prima. La joven recuerda que el par de minutos que tardaron en rescatarla "fueron una eternidad" y que "fue de las primeras en salir" del socavón que dejó el paseo derrumbado. Carballido confiaba ayer en que le dieran el alta, a pesar de que está con collarín debido a una fisura que sufre en una vértebra que se le desplazó parcialmente. Reconoce que tiene dolor por diversas heridas en el tobillo, las costillas y la espalda.