Un paciente del Hospital General de València internado en la unidad de psiquiatría escaló ayer hasta la azotea del edificio, donde permaneció durante hora y media deambulando por las cornisas. Según relataron diversos testigos presenciales, el joven habría abandonado su habitación en el tercer piso por la ventana para trepar hasta el tejado del hospital, en torno a las 10.30 de la mañana.

El incidente movilizó a cerca de una veintena de efectivos de los cuerpos de bomberos (incluidos psicólogos), Policía Local y Policía Nacional, además de al personal sanitario del centro.

En un principio, el paciente huyó de quienes querían interceptarlo. Los bomberos desplegaron una gran colchoneta en la parte baja del edificio. Finalmente, el joven se arrinconó en uno de los vértices de la azotea, mientras los expertos trataban de calmarlo y de convencerlo para que desistiera su actitud.

El paciente, muy alterado, es un indigente de origen búlgaro que había sido ingresado el viernes en el hospital: llevaba vendajes en las muñecas y bata azul. Después de muchos esfuerzos, finalmente pudo ser interceptado con la ayuda de una inyección sedante.