Un fuerte terremoto de magnitud 6,7 en la escala de Richter sacudió la isla nipona de Hokkaido (norte) y causó al menos nueve muertos y una treintena de desaparecidos, cuando Japón trataba aún de reponerse de la devastación causada por un potente tifón.

El seísmo sorprendió a los residentes de la isla a las tres de la madrugada, con epicentro a unos 40 kilómetros de profundidad al este de la localidad de Atsuma, la más castigada, donde se encuentra la mayoría de muertos, según informó en rueda de prensa el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga.

El temblor alcanzó en este municipio de unos 4.600 habitantes el nivel 7 máximo de la escala sísmica nipona (centrada en medir la agitación de la superficie terrestre), y provocó aludes de tierra que sepultaron una veintena de casas en esta ínsula montañosa. Unos 21.000 efectivos trabajaron ayer en las labores de rescate y búsqueda, incluidos 4.000 miembros de las fuerzas de Autodefensa, un número que el Ejecutivo quiere aumentar hasta 25.000 para doblar los esfuerzos e impedir el mayor número de víctimas posibles.

Medio centenar de helicópteros acudieron en ayuda de personas que habían quedado atrapadas, y los medios estatales difundieron durante todo el día imágenes de vehículos devorados por el lodo, carreteras resquebrajadas y enseres revueltos en el interior de viviendas. "Nunca había experimentado un terremoto así", dijo un residente de 87 años de Atsuma, epicentro del seísmo, en declaraciones a la agencia local Kyodo, mientras una mujer relató a la televisión estatal su confusión en la oscuridad de la noche y la conmoción al ver el "inimaginable" paisaje del exterior tras el temblor.

Es la primera vez que un terremoto en Hokkaido alcanza tal intensidad desde que el país revisó su escala sísmica en 1996. El terremoto dejó puntualmente a toda la isla sin suministro eléctrico. Este corte energético estuvo causado por el apagado automático de la central térmica de Tomato, en Atsuma, que produce en torno a la mitad de la electricidad de toda la prefectura.

El apagón, el mayor desde el gran terremoto de Hanshin que en 1995 dejó a 2,6 millones de viviendas sin luz, afectó además a 80 hospitales, a los servicios telefónicos y de televisión. El Gobierno ha pedido ahorrar energía a la población y ha solicitado ayuda a las eléctricas Tokyo Electric Power y Tohoku Electric Power para movilizar generadores de emergencia hasta los centros hospitalarios afectados, pues se prevé que el restablecimiento completo del suministro tarde una semana.