El patriarca del clan de los Charlines hizo ayer una visita a los juzgados de Vigo. Manuel Charlín, de 86 años, llegó solo al volante de un viejo Megane, que aparcó ante el edificio judicial, justo al lado de una señal que prohíbe parar y estacionar. Con un sobre en la mano, fue al Juzgado de Instrucción 4, que dirigió la operación que en agosto se saldó con 28 detenidos y la incautación de 2.700 kilos de cocaína.

El propio Charlín explicó que el motivo de su visita a los juzgados era "denunciar" el mal trato que recibió por parte de los policías en su arresto. "Yo no tenía nada que ver con eso; vinieron y echaron la puerta abajo, ni que estuviéramos en Somalia", explicó Manuel Charlín.