Una ruptura matrimonial fue el origen de la reyerta entre dos familias en la localidad navarra de Cáseda, que el martes acabó con la muerte a tiros de tres personas y con la detención de otras tres, un suceso que ha causado una gran conmoción en el pueblo, que ha decretado tres días de luto oficial. Los fallecidos son un hombre y dos de sus hijos, uno de ellos menor de edad, y los detenidos, igualmente son un padre y dos hijos, todos de etnia gitana. Para evitar enfrentamientos, las fuerzas de seguridad intensificaron la vigilancia en el pueblo tras el triple crimen.

"Los motivos que llevaron a esta discusión parece que fueron peleas por la ruptura de un matrimonio entre miembros de ambas familias", informó un portavoz de la Policía Foral, que lleva la instrucción del atestado junto con la Guardia Civil. Testimonios de vecinos de Cáseda apuntan que, al parecer, durante las fiestas del pueblo el pasado 9 de septiembre la pareja discutió y el hombre echó de casa a la mujer, que con su hija de 2 años se trasladó al domicilio de sus padres en Muniain. El día del crimen, la mujer con su hija regresó a Cáseda en un taxi con intención de reconciliarse con su marido, pero fue seguida en otro vehículo por su padre y sus hermanos, produciéndose posteriormente el enfrentamiento entre las dos familias que se saldó con tres fallecidos, miembros de su familia política.