Un policía nacional que en 2007 estaba en la oficina de denuncias de la Comisaría de Pontevedra, Lucas R. P., ahora ya retirado, regresará la próxima semana al banquillo de la Audiencia acusado de tráfico de drogas, tenencia de armas prohibidas, atentado y revelación de información reservada. Este agente jubilado pasó por el banquillo en junio, junto con otros 13 acusados. Estos últimos, que integraban grupos no relacionados entre sí que operaban en distintos puntos de la provincia, aceptaron penas de entre tres meses y año y medio de prisión, reducidas tanto por la confesión como por el largo periodo de instrucción de esta causa, cuyas primeras detenciones se remontan ya a 2006.

En cambio Lucas R. P. negó los hechos, por lo que el juicio de la próxima semana se limita a la acusación contra él. El de tráfico de drogas no es el único delito que le imputa la Fiscalía. También se le atribuye un delito contra la administración pública de revelación de información reservada por los supuestos soplos que daba a responsables de clubes de alterne cada vez que sus compañeros de Extranjería salían a realizar redadas.