El hombre que mató a su mujer a cuchillazos en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, Aniceto Rodríguez Caneiro, fue incinerado y enterrado en secreto por su familia el pasado sábado en el panteón que tiene en el cementerio de O Navallo de Riós (Ourense), sin el conocimiento ni consentimiento del párroco, José Manuel Méndez Fernández.

Rodríguez Caneiro, condenado a 31 años de cárcel, falleció el 21 de septiembre en la prisión de A Lama, por "causas naturales". Curiosamente, el sacerdote, que se enteró de la muerte el domingo, día 23, revela que ofreció "una misa por ese difunto" el jueves, en solitario, "sin hacerlo público". Tomó él la iniciativa, "porque nadie suele acordarse del alma de esa persona; entonces tenemos que hacerlo nosotros, los sacerdotes". "La familia lo incineró y lo enterraron sin funeral y sin nada en el cementerio de O Navallo... Lo hicieron sin permiso, pero eso no importa nada", revela el párroco.