El 2017 fue un año histórico en cuanto a muertos en accidentes de tráfico en las carreteras de Galicia. El ejercicio se cerró con 76 fallecidos, la cifra más baja desde que hay registros de las vías gallegas. Pero en este 2018 hay un cambio de tendencia. Con el siniestro de ayer se elevan ya a al menos 83 las víctimas por accidentes de circulación en los viales de la comunidad desde el 1 de enero, lo que supone un aumento de un 34% con respecto a los 62 del mismo período del año anterior. La cifra también evidencia que, a falta de dos meses y medio para el 31 de diciembre, ya se superan los fallecidos que hubo en todo 2017.

"En 2017 hubo un descenso histórico de siniestros con víctimas mortales y era difícil mantenernos en ese registro; pero el repunte de este año nos preocupa, por lo que hay que seguir trabajando y estudiar el conjunto de accidentes", afirmaba ayer el teniente coronel Francisco Javier Molano al respecto de esta problemática.

Y algo en lo que también incidía ayer especialmente la Guardia Civil es en el hecho de que las víctimas del siniestro de Valdoviño no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Una cuestión que no es excepcional. Casi el 40% de las personas que murieron en 2017 en turismo o furgoneta no hacían uso de este elemento, cuyo utilización reduce en un 50% el riesgo de perder la vida en un accidente y hasta en un 75% las posibilidades de sufrir golpes mortales o graves. Este año Tráfico además detectó, en los controles realizados, un repunte de conductores y pasajeros sin cinturón.