Los dos jóvenes franceses hallados muertos en un hotel de Sevilla pactaron su suicidio y lo hicieron quemando carbón de barbacoa en una papelera. El chico de 23 años y la chica de 21, aficionados a teorías esotéricas, compraron un saco de carbón y lo quemaron en el baño de la habitación que dejaron herméticamente cerrado, con todos los orificios de entrada de aire sellados completamente.