El Juzgado de lo Penal número 4 de Granada ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa a una mujer por denunciar en falso a dos hombres, absueltos tras haberlos acusado de un delito de abuso sexual en el que habrían utilizado burundanga, droga que anula la voluntad.

La sentencia, contra la que cabe recurso y a la que ha tenido acceso Efe, ha condenado a Raquel G.O. como autora de un delito de denuncia falsa al considerar probado que incriminó a dos hombres, a los que debe indemnizar con 3.000 euros a cada uno, y a los que acusó de haberla drogado con burundanga para abusar de ella.

Los hechos se remontan a una madrugada de diciembre del 2013 en un local de Granada al que la denunciante, una mujer casada y con hijos, acudió con una amiga después de celebrar una cena de empresa.

La mujer manifestó entonces haber perdido totalmente la consciencia pese a haber tomado solo dos copas, la última, invitada por dos desconocidos, y declaró que solo recordaba haber mantenido relaciones sexuales con los dos acusados, con uno junto a la discoteca y con el otro en la localidad costera de Motril.

Los denunció a ambos por un delito de abuso sexual por el que la Fiscalía solicitó ocho años de cárcel por suministrarle escapolamina, una droga conocida también como burundanga, para mantener con ella relaciones sexuales.

EL juicio se celebró en julio de 2016 en la Sección Primera de la Audiencia de Granada, que dictó una sentencia absolutoria para los dos acusados al considerar que no existían evidencias ni del uso de las sustancias ni de ningún tipo delictivo.

El titular del juzgado de lo Penal ha tenido en cuenta las primeras declaraciones de la ahora condenada, el contenido de los mensajes intercambiados por los dos denunciantes, que "ahondan en la inexistencia de infracción penal", y la declaración de un testigo verosímil que hizo una grabación aquella noche y llamó por teléfono a la hermana del marido de la condenada para decirle que estaba "borrachísima".

La sentencia relata que pese a la supuesta droga que le dieron los denunciantes, la acusada condujo desde Motril a un municipio del área metropolitana de Granada, donde reconoció a su marido una relación extramatrimonial.

Los dos denunciantes, representados por el letrado Carlos Aranguez, serán ahora indemnizados con 3.000 euros cada uno como víctimas de una denuncia falsa ya que, según la sentencia, la condenada era "plenamente consciente" en el momento en que formulaba su denuncia de que los hechos "no se correspondían en modo alguno con la realidad".