El histórico narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, regresa hoy a la Audiencia Provincial de Pontevedra al retomarse el juicio por blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas, caso en el que la Fiscalía solicita una condena de seis años de prisión y multa de 10 millones de euros. La vista, fijada inicialmente para el pasado marzo, se suspendió después de que los abogados de Miñanco solicitasen la recusación de dos de los tres magistrados del tribunal al entender que estaban "contaminados" por haber tomado decisiones sobre esta causa en el pasado y que no podría garantizarse su imparcialidad. Esta petición fue rechazada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que decretó la reanudación del juicio.

Junto a Miñanco se sentarán en el banquillo de los acusados otras cuatro personas: su primera esposa, una de sus hijas, y un empresario que, según el fiscal, habría actuado como testaferro del narcotraficante pontevedrés. La Fiscalía les acusa de blanquear entre 1988 y 2007, a través de la inmobiliaria San Saturnino, diez millones de euros mediante la adquisición de bienes inmuebles en diferentes municipios como Pontevedra, Cambados o Sanxenxo.

La agencia se hizo de esta manera, según los investigadores, con un multimillonario patrimonio compuesto por más de 50 fincas, una veintena de casas, naves industriales, bajos comerciales, garajes y trasteros, utilizando el dinero derivado de las actividades ilícitas de Miñanco. Desde 1988, año en el que esta compañía adquirió una veintena de propiedades, la inmobiliaria habría comprado diferentes bienes durante todos los años de su actividad, a excepción de un pequeño parón a principios de los 90. Varias fueron adquiridas por una sociedad filial de la inmobiliaria.