Manuel A. G., un gallego de 59 años que era policía local en Vigo, falleció al ser alcanzado por un vehículo que invadió su carril en Larouco el 18 de agosto. Regresaba en moto de los Picos de Europa, en un viaje en grupo con tres amigos. El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil de Ourense concluye que el conductor del turismo, un hombre de Cacabelos (León), tuvo la culpa. Está investigado por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave, más otro contra la seguridad vial en la modalidad de conducción temeraria.

Los agentes tratan de esclarecer si existe "algún tipo de responsabilidad penal o administrativa" por parte de un Centro de Reconocimiento de Conductores (el psicotécnico) en Ponferrada, que renovó el permiso al investigado, que hace unos años sufrió un ictus. Tras el siniestro, los guardias percibieron que no estaba en condiciones psicofísicas de circular. Tenía grandes dificultades para entender lo que trataban de explicarle y muy poca capacidad de movimiento, hasta el punto de que tuvo que ser auxiliado por los agentes para subir a la furgoneta. Los testigos describieron que venía conduciendo invadiendo el otro carril.

Circulaba en un todoterreno Mercedes ML y la víctima en una moto Honda CB 500. Atestados de la Guardia Civil de Tráfico de Verín, que calificó el siniestro como "una colisión frontal excéntrica", sospechó de posibles delitos y el GIAT intervino. La unidad volvió a citar a testigos para que ampliaran sus declaraciones. Tras una laboriosa investigación concluyeron que "existen indicios suficientes y racionalmente bastantes" contra el usuario del coche.