El devastador fuego que afecta al norte y sur del estado de California, en Estados Unidos, desde hace varios días se calma, pero detrás deja 228 desparecidos y al menos 31 muertos. Las labores de búsqueda continuarán hoy mismo, al mejorar las condiciones meteorológicas, ya que se espera que los vientos amainen.

El incendio, bautizado como Camp Fire, ha dejado heridos a tres bomberos, y arrasado cerca de 45.000 hectáreas, 6.450 viviendas y 260 comercios. En Paradise fueron hallados los últimos seis cuerpos. El fuego ha arrasado casi por completo este enclave de 26.000 habitantes, a unos 280 kilómetros al noreste del área de la bahía de San Francisco.