Al menos 74 fallecidos y más de un millar de desaparecidos es el balance provisional de los voraces incendios que arrasan California y permanecen activos desde hace una semana, según el último balance del Departamento de Bomberos, emitido a pocas horas de la visita prevista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha vuelto a responsabilizar a las autoridades estatales de la gravedad de la situación.

El sheriff del condado de Butte, Kory Honea, manifestó en rueda de prensa que la lista de desaparecidos se ha tenido que actualizar y de los 631 que constaban el viernes se ha pasado a 1.011. Sin embargo, recordó que se trata de una "lista dinámica que fluctuará cada día" a causa de lo caótico de la situación, ya que puede que haya individuos que hayan sido contados dos veces o que estén a salvo pero no se les haya podido contactar.

Además del incremento en el número de desaparecidos, los servicios de emergencias han recuperado los cadáveres de ocho personas más, lo que eleva la cifra de muertos en el Camp Fire, el fuego más mortífero de la historia del estado, a 71. Los otros tres fallecidos se produjeron en el Woolsey Fire, que quema también desde hace más de una semana áreas del sur del estado, cerca de Los Ángeles.

Según los últimos datos, el Camp Fire ha destruido más de 12.000 edificios, en su mayoría en la población de Paradise, prácticamente destruida por el incendio, y ha quemado 57.500 hectáreas de vegetación. Unas 40.000 personas han sido evacuadas.

Pese a los avances conseguidos en la lucha contra las llamas durante las últimas horas, las autoridades alertaron de que se espera que durante el fin de semana soplen fuertes rachas de viento seco, lo que dificultaría las tareas de extinción, como ya sucedió a principios de la semana.

El presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a responsabilizar a las autoridades de la situación. "Estaba observando a los bomberos el otro día y estaban rastrillando áreas, rastrillaban pequeños árboles, pequeños arbustos que estaban totalmente secos. Si no estuvieran ahí, no tendrías esos incendios", ha explicado Trump en una entrevista a Fox News antes de partir hacia California, a pesar de las críticas que le recuerdan que los incendios se originaron en parques naturales bajo cuidado del Gobierno federal.

A los muertos y desaparecidos hay que añadir al menos otras 145 personas afectadas por norovirus, una enfermedad gastrointestinal declarada en cuatro refugios, y que ha provocado que al menos 25 personas hayan tenido que ser hospitalizadas.

El sheriff Honea ha señalado que "para nosotros es importante obtener la información para que podamos comenzar a identificar a estas personas no contabilizadas".