Una potente e inesperada tromba de agua que causó la muerte de una octogenaria y provocó cuantiosos daños materiales, inundando viviendas, comercios y bares, arrastrando coches y dejando calles y carreteras prácticamente intransitables. La localidad lucense de Viveiro tardará mucho en olvidar la dura noche y madrugada vivida, consecuencia de la tormenta y el temporal de lluvia que dejó en el municipio precipitaciones de una "intensidad extraordinaria". Fueron las palabras con las que el delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, calificó un fenómeno en el que llegaron a caer casi 15 litros por metro cuadrado en solo 10 minutos, lo que provocó el desbordamiento del río Ponte Labrada y la posterior tromba de agua.

El Ayuntamiento de Viveiro, según confirmó su alcaldesa María Loureiro, habilitó una oficina de atención a los afectados para tramitar las correspondientes ayudas y, en cuanto dispongan de una relación concreta y exhaustiva de los daños, valorará la posibilidad de pedir la declaración de zona catastrófica.

Los vecinos de Viveiro, junto a los servicios de emergencias y personal movilizado por distintas administraciones, trabajaban ayer para intentar regresar a la normalidad lo antes posible tras los cuantiosos daños de una tromba que el domingo por la noche convirtió las calles en ríos y provocó la muerte de una mujer de 83 años en su casa del barrio de A Xunqueira. La fallecida residía en una vivienda próxima al convento de Valdeflores con su hija, que salvó la vida porque se subió a la encimera de la cocina cuando el agua irrumpió en su domicilio.

El jefe de los bomberos explicó que "fueron alertados para achicar agua" por las "intensas lluvias" en Viveiro y que dejaron unos 80 litros por metro cuadrado en una hora y media, pero al llegar al casco urbano comprobaron que la situación era muy grave. "Cuando llegamos al punto y vimos como estaba Viveiro, con calles prácticamente intransitables a causa de las fuertes lluvias y de la pleamar, decidimos dividirnos en dos grupos de trabajo", concretó.

La única opción viable para entrar en la casa de la fallecida fue por el tejado, por una claraboya. Localizaron a la hija con vida -fue trasladada al hospital por hipotermia- y a la anciana ya muerta. El nivel del agua en el inmueble rondaba los 1,5 o 2 metros de altura y casi cubría el piso. De hecho, la planta baja de la vivienda, al ceder la puerta de entrada por la subida repentina del caudal y entrar el agua en la casa, se convirtió en una ratonera.

Sobre los daños materiales, la presidenta del Asociación Centro Comercial Casco Histórico de Viveiro, Isabel Méndez, reconoció que la situación para el sector "es muy complicada" y las pérdidas por las fuertes lluvias se suman en decenas de miles de euros. Más de medio centenar de locales sufrieron daños, a lo que se suman otro tipo de establecimientos, como bares, así como viviendas.

Las previsiones del fin de semana no contemplaron las intensas lluvias. Entre las 21.40 y las 22.10 horas del domingo cayeron 30 litros por metro cuadrado.