La Policía Nacional ha destapado un fraude de casi seis millones de euros a la Seguridad Social con el cobro indebido de pensiones de muertos. Detuvo a 9 de las 46 personas identificadas en 10 comunidades, entre ellas Galicia, por 53 delitos de falsedad documental, estafa y apropiación indebida.

La mayoría de implicados en la Operación Libitina II eran familiares de los fallecidos, aunque también hay amigos o compañeros de vivienda. En Galicia se detectaron casos en las provincias de A Coruña, Ourense y Pontevedra. Para hacerse con el dinero ocultaban la muerte del pensionista a la Administración, llegando a falsificar el certificado de fe de vida y estado e incluso la firma del difunto, con el objeto de realizar reintegros en efectivo.

Uno de los implicados cobró las prestaciones de forma ilícita durante casi 20 años haciéndose pasar por un nonagenario. Para lograrlo aprovechó sus similares características físicas con el difunto, disfrazándose con ropa de mayor y utilizando un andador.

La investigación comenzó tras recibir varias denuncias, en diferentes puntos del país, en las que se informaba de posibles fraudes a la Seguridad Social. Con las primeras pesquisas se averiguó que eran familiares o amigos de pensionistas fallecidos quienes seguían cobrando de forma ilícita las pensiones de estos.

Avanzada la investigación, los agentes localizaron casos en 17 provincias españolas. Entre los motivos más comunes en los que se escudaban los identificados están el desconocimiento de su abono, necesidades económicas o la creencia de que, una vez que el banco había solventado el fraude de los últimos cuatro años, se podía disfrutar del dinero acumulado en los años anteriores.