La fase oral del cuarto juicio al que es sometido en Florida el hispano-estadounidense Pablo Ibar por un triple asesinato cometido en 1994 comenzó este lunes en Fort Lauderdale, a 40 km. de Miami, con una decena de legisladores llegados desde España para manifestarle su apoyo.

Antes del comienzo de la audiencia, los 12 jurados y sus seis suplentes prestaron juramento en una sala totalmente abarrotada de público y después el juez Dennis Bailey procedió a explicarles los cargos que pesan contra Ibar y les dio instrucciones para el juicio, que, según dijo, va a ser largo y con muchos testigos.

La Fiscalía fue la primera en intervenir en la audiencia y lo hizo describiendo los tres asesinatos de los que Ibar es acusado.

Ibar llegó a la sala del juicio vestido de traje pero encadenado y esposado, aunque luego fue liberado de cadenas y esposas, y se sentó juntó a sus abogados a la izquierda del estrado del juez.

Los parlamentarios españoles se sentaron en la zona reservada para el público provistos de papel y lápices y de dispositivos de traducción simultánea.

Este cuarto juicio a Ibar se inició el 1 de octubre pasado y estuvo dedicado hasta ahora a seleccionar al jurado que decidirá si Ibar, que lleva preso 24 de sus 46 años, es o no culpable de las muertes de Casimir Sucharski, Sharon Anderson y Marie Rogers.

Los tres fueron asesinados a tiros por ladrones que entraron a robar en la casa del primero, propietario de un club nocturno, en Miramar (sur de Florida).

A partir de hoy le toca el turno a la Fiscalía y a la Defensa de presentar pruebas y testigos para apoyar sus respectivas tesis de culpabilidad e inocencia de Ibar, quien en el año 2000, después de dos juicios fallidos, fue condenado a la pena de muerte por el triple asesinato.

Su condena, sin embargo, fue anulada 16 años después por la Corte Suprema de Florida, que consideró que las pruebas presentadas contra él en el tercer juicio fueron escasas y débiles y ordenó que fuera juzgado de nuevo.

Cándido Ibar, padre del acusado, dijo a Efe minutos antes de comenzar la primera vista oral y de saludar a los parlamentarios españoles que el apoyo de éstos le quita "una carga de la espalda", "pero la pelea va a ser dura".

A la audiencia asistió también la esposa de Ibar, Tanya Quiñones, y la hermana de ésta entre otros familiares.

La senadora Rosa Vindel, del grupo parlamentario popular, que encabeza la delegación que viajó a Florida, dijo este domingo a Efe que "el Senado de España está totalmente en contra de la pena de muerte y aspira a conseguir su total abolición en el mundo, mientras llega ese momento, aspiramos a una moratoria universal de este castigo tan bárbaro y cruel, además de inhumano".

"Pablo tiene todo un país detrás de él", dijo Vindel, que está acompañada de representantes de los grupos con representación parlamentaria.

En principio estaba previsto que viajarán once legisladores, pero dos de ellos, los catalanes Joan Comorera Estarellas (Unidos Podemos) y Josep Lluís Cleries i González, portavoz del Grupo Parlamentario Nacionalista en el Senado, no se encuentran con los miembros de la delegación.

La delegación española tiene previsto asistir también a la audiencia de mañana.

Hoy se reunirá con el juez Jack Tuter, a cargo del distrito judicial decimoséptimo de Florida, y espera visitar a Ibar en prisión después de la audiencia.