El móvil de Ana nunca apareció, por lo que se pidieron sus datos a Google. Tampoco el arma del crimen. No pudo localizarse la ropa que vestía Adrio aquel día. La fiscal sostiene que se deshizo del cuchillo, de la ropa y calzado que vestía y del móvil de Ana. No se sabe ni dónde ni cuándo ni cómo.