Con una confesión lacónica, un "sí" cuando el fiscal le preguntó si reconocía su acusación, Estefanía de Antonio García, de 30 años, admitió ayer en el juicio que tiró a su recién nacido a un contenedor el 17 de septiembre de 2017, tras dar a luz en el baño de su casa, en el barrio de O Vinteún de Ourense. Había ocultado y negado el embarazo a su novio, con el que convivía junto a otros tres menores, y a otros allegados.

Dos hermanas de la pareja que la vieron más delgada que en una boda ocurrida semanas antes sospecharon y avisaron confidencialmente a la Policía. Fue la clave para resolver el caso. La joven aceptó 10 años y un día de prisión por intento de asesinato, perderá la patria potestad y no podrá acercarse a menos de 500 metros del menor -tutelado por la Xunta tras los hechos- antes de que transcurran 20 años.

La sentencia queda ya definida por su confesión y el acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, sellado ayer en la vista en la Audiencia de Ourense. Inicialmente, la progenitora se enfrentaba a 15 años de prisión. Lleva en reclusión preventiva desde su detención, dos meses después de los hechos, en noviembre de 2017. Si el menor -auxiliado por unas vecinas tras el aviso de un hombre que buscaba en la basura- hubiera fallecido, la acusada afrontaría prisión permanente revisable. El juicio, programado para ayer y hoy, transcurrió más rápidamente de lo previsto. Dado el pacto, las partes renunciaron a varias declaraciones previstas y la vista quedó vista para sentencia. No compareció en la sala el hombre que buscando en el contenedor del número 20 de la calle Río Bibei se encontró con el pequeño tras abrir una bolsa y tirar de lo que parecía una cortina enrollada.

Sí testificó la joven que se introdujo en el recipiente para coger al pequeño del fondo. Estaba en una bolsa anudada, con prendas y la placenta. Tenía el cordón umbilical. Una matrona le prestó la primera atención en espera de la ambulancia. Tenía la cabeza flexionada "y un estrés respiratorio importante", dijo la profesional sanitaria en el estrado.

Hermanas del novio

También declararon ayer dos hermanas del novio que dijeron que desconocían el embarazo. Cuando trascendió la noticia del abandono del menor "sospeché que podía ser ella al ver que no quería ir al médico", dijo una de ellas, al comparar su aspecto más delgado cuando salió la noticia con el que presentaba semanas antes en su boda, más rellena. Por eso decidió alertar a la policía.

"Pregunté si estaba embarazada y ella lo negaba. En la boda aún se le notaba la barriga, después se quedó más delgada y al ver las noticias ya me di cuenta", dijo la otra hermana que intervino como testigo. La excusa que daba la madre es que sufría una hernia, pero el aspecto era de una gestación. Tras la detención de la joven, las pruebas de ADN confirmaron que era la madre del bebé.