Hace escasos días, el 28 de noviembre, se cumplieron tres años de un crimen que causó gran conmoción en Arcade y Ponte Caldelas. En la primera de las localidades víctima y presunto agresor regentaban sus negocios casi puerta con puerta, una tienda de embutidos y jamones ibéricos y una peluquería respectivamente. Y en la segunda se perpetró el asesinato. A primera hora de aquella mañana de 2015 Marcos Vidal González mataba a puñaladas a Manuel Ángel Rivas Muiños, el marido de la mujer con la que había mantenido una relación sentimental. El caso solo está pendiente de que se le ponga fecha a un juicio que se resolverá bajo la lupa de un jurado popular. Todas las partes presentaron sus escritos. Y entre ellos está el de la Fiscalía. El Ministerio público atribuye al acusado, en prisión provisional desde entonces y de 38 años, un delito de asesinato con ensañamiento, en el que aprecia la circunstancia atenuante de confesión. Solicita 20 años de cárcel y además una medida de seguridad de libertad vigilada durante 8 años, además de la prohibición de acercarse a la viuda durante 25 años y una indemnización de 90.000 euros para ella y de 80.000 para los padres de la víctima.