Los siete jóvenes, de entre 14 y 20 años, ingresados el sábado en estado muy grave en un hospital de la provincia italiana de Ancona, tras la estampida en una discoteca, están estables y su pronóstico es reservado, informaron ayer los médicos. Mientras continúa temiéndose por la vida de estos jóvenes, la Fiscalía de Ancona sigue investigando las causas del suceso y el comandante provincial del cuerpo de carabineros de esta provincia, Cristian Carrozza, subrayó que se está escuchando a los testigos e investigando a una serie de personas indicadas por los asistentes. "Hablar por ahora de una persona responsable en particular es prematuro", señaló. No obstante, los medios locales han indicado que la Policía está investigando a un joven, residente en Ancona, que según los testigos habría sido quien supuestamente dispersó gas pimienta con un espray en la discoteca. Los investigadores siguen verificando si el local cumplía con las normativas, después de que el sábado la Fiscalía de Ancona indicara que fueron vendidas unas 1.400 entradas, para una sala con una capacidad de 469 personas.