La joven viguesa retenida contra su voluntad en un vehículo y rescatada por la Guardia Civil que interceptó el turismo en Ponteareas el pasado 25 de noviembre, guió a la Policía con el teléfono móvil de su captor. Se lo pidió para "avisar" en su casa de que iba a llegar tarde, pero lo cierto es que llamó al 112 y dejó conectado el aparato en el suelo para que escucharan la conversación. El 112 al ver que la chica decía al conductor "por aquí no se va a mi casa", "¿a dónde me llevas?", pasó la llamada a la Comisaría de Vigo que siguió la conversación y a su vez recabó la colaboración del Instituto Armado.

Las preguntas de la chica al conductor les informaba de las zonas por las que pasaban y facilitó a la Guardia Civil su localización. En cuanto les dieron el alto, la joven se bajó y pidió ayuda. El conductor, de 20 años, dio positivo en alcohol.