La policía ha dejado en libertad al hombre que convivió casi un año con su madre muerta, a la que guardó en un ataúd artesanal, en su casa del barrio de Carabanchel, en Madrid, mientras seguía cobrando su pensión.

Manuel Morales, de 62 años, negó motivaciones económicas para mantener el cadáver tanto tiempo en su casa, sino una fuerte depresión y problemas con el seguro. "Hablaba con ella, yo estaba mal", aseguró.

Ahora el juez le citará por un delito de estafa y comprobará si tiene las facultades mentales alteradas, como parece. El hallazgo se produjo el miércoles sobre las 13.00 horas.

Los vecinos del número 12 de la calle Salvador Alonso alertaron a los servicios de emergencias después de las vagas explicaciones que les dio Manuel sobre el estado de su madre, a la que no veían desde hacía un año.