El médico coruñés Luis Vega, de 47 años, falleció a primeras horas de la noche del sábado al precipitarse un helicóptero sanitario cerca de Oportomédico Luis Vega, de 47 añoshelicóptero Oporto. En el siniestro perdieron también la vida los otros ocupantes: dos pilotos y la enfermera, todos de nacionalidad lusa. El médico español llevaba casi veinte años ejerciendo su profesión en Portugal, donde residía con su esposa y estaba adscrito al servicio de Urgencias del hospital de Santa María da Feira en Aveiro.

La atención sanitaria a una mujer de 76 años, con problemas cardíacos, puso el sábado por la mañana en marcha el protocolo de evacuación. El helicóptero sanitario la recogió en Braganza y la trasladó al hospital de Santo Antonio en Oporto sobre las dos de la tarde. Ya de regreso a la base de Valongo, en una agreste zona forestal en lo alto de la Serra do Couce y en medio de una fuerte tormenta, el aparato colisionó contra una de las antenas de comunicación allí instaladas y se precipitó, según las primeras estimaciones.

El accidente tuvo lugar entre las 19.50 horas y las ocho de la tarde. Al no tener ningún tipo de señal con la torre de control de Oporto, se activó el protocolo de emergencia. Tras varias horas de búsqueda y gracias a la señal de los teléfonos móviles de los fallecidos, los servicios de emergencias localizaron los restos del helicóptero a unos 15 kilómetros de Oporto, sobre las dos de la madrugada de ayer.

Se movilizaron más de un centenar de efectivos de Bomberos, GNR y Protección Civil de Valongo y Gondomar, así como 35 vehículos de emergencias. Pero se han escuchado algunas quejas al considerar que se tardó demasiado tiempo en poner en marcha el rescate. Y es que el organismo de navegación aérea de Portugal sostiene que el último contacto con la tripulación tuvo lugar a las 18.39 horas.

Esta entidad indica que se puso en contacto a las 19.20 horas con los centros de distrito de operaciones de socorro de Oporto, Braga y Vila Real y "que no atendieron" la petición de búsqueda. Finalmente fue la Fuerza Aérea quien activó el protocolo, por lo que el Gobierno portugués ordenó ayer a la Autoridad Nacional de Protección Civil abrir una investigación urgente sobre los mecanismos y las comunicaciones que se activaron tras el siniestro.

Alto grado de destrucción

Tras un primer análisis sobre el terreno, los técnicos del Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes con Aeronaves y de Accidentes Ferroviarios comprobaron el "alto grado" de destrucción del helicóptero, por lo que será necesario un peritaje técnico de laboratorio para aclarar las circunstancias del siniestro.

Los expertos confirmaron también que el aparato no estaba equipado con dispositivo de registro de datos -no es obligatorio-, por lo que la investigación del accidente será aún más compleja. Las fuertes lluvias y la niebla, así como la accidentalidad del terreno, dificultaron la búsqueda de los restos del helicóptero.

Los cuerpos de las cuatro víctimas fueron recuperados y trasladados ayer al Instituto de Medicina Legal, donde se practicarán las autopsias. Después los restos serán entregados a sus familias y en el caso del coruñés Luis Vega será repatriado a España.

El piloto de la aeronave era Joao Lima, según los medios portugueses un experimentado profesional con miles de horas de vuelo en operaciones de emergencia y en la lucha contra el fuego. En 2012 recibió el premio de Héroe del Año tras rescatar a tres jóvenes de un barranco del Bal Couvo. Su copiloto, Luis Rosindo, era experto en Salvamento Marítimo, y la enfermera Daniela Silva, de 30 años, había trabajado como voluntaria en los Bomberos de Baltar.