El desprendimiento de parte de una balconada de un edificio del casco antiguo de Pontevedra, estuvo a punto de causar ayer una tragedia, ya que faltaron apenas centímetros para alcanzar de lleno a una viandante. La mujer resultó herida, en principio leve, aunque se desconoce si fue al rozarle los cascotes o al tropezar ella con la piedra una vez que cayó al suelo.

La piedra se desprendió sobre las once y media de la mañana y tras el derrumbe, el Concello cerró la calle tanto al tráfico rodado como peatonal ante el temor a que se pudieran producir nuevas caídas de cascotes.