La policía considera esclarecida la muerte a golpes del octogenario Manuel Alonso, cuyo cuerpo fue hallado el pasado lunes en una zona boscosa de Sárdoma, en Vigo. El menor de sus cinco hijos, que vive en una casa al lado de la de su padre confesó este jueves el crimen. Se derrumbó durante un registro en casa de su progenitor a última hora de la tarde y en presencia de la secretaria judicial.

La complicada relación que mantenía con su progenitor derivó en una fuerte discusión y, asegura, lo mató en un arrebato.

Después él solo trasladó el cuerpo con una bolsa de plástico en la cabeza y cubierto de bolsas y trapos viejos. Lo dejó en una zona boscosa a unos 600 metros de la finca familiar, donde el lunes pasado lo hallaron dos vecinos.

Los datos del crimen

El cuerpo de Manuel Alonso Rivas fue hallado el pasado lunes en una zona boscosa junto al río Eifonso, afluente del Lagares, a 600 metros de su domicilio. Manuel Villar y su sobrino Álvaro fueron dos vecinos que encontraron el cuerpo sin vida del anciano y que daban detalles de cómo habían dada con él.

La autopsia reveló fuertes golpes en la cabeza en un cuerpo que apareció con los pies atados con un cinturón, envuelto en bolsas y trapos y cubierto de "muchas" cañas y rastrojos.

Desde que se conoció el crimen y la posterior detención del hijo menor de la víctima el estupor ha sido una constante entre el resto de vecinos.