Están preocupados, tensos, esperando para entrar en acción y romper la semana en stand by que han tenido que soportar mientras se estudiaban las posibilidades para rescatar a Julen y se optaba finalmente por abrir un pozo vertical paralelo al que alberga al niño de 2 años. Ayer pudo verse por primera vez el rostro de los integrantes de la Brigada de Salvamento Minero, trabajadores de Hunosa. Tendrán que esperar posiblemente hasta hoy, sin hora definida, para iniciar la construcción de la galería en la que se han puesto todas las esperanzas para llegar al menor. No suelen aparecer en fotos. Hay, al parecer, una tradición entre los mineros según la cual demasiada publicidad sobre los miembros de esta brigada podría dar al traste con un rescate. Este cuerpo de élite tiene un siglo de historia y suma cientos de rescates heroicos, como la extinción de un fuego en el pozo María Luisa, operaciones en un túnel en Pajares y una cueva del Teide.