San Saturnino no fue la única sociedad en la que supuestamente se apoyó Sito Miñanco para blanquear los beneficios que obtenía del narcotráfico, según la sentencia de la Audiencia de Pontevedra. La otra empresa clave fue Jolva SL.

La sociedad se constituyó en 1988 y el mismo día adquirió un terreno de casi 13.000 metros cuadrados frente a la playa de Montalvo, Sanxenxo, zona que aglutina propiedades vinculadas a Prado Bugallo. La propiedad está registrada con valor catastral de 175.073 euros. Es con Jolva cuando entra en acción el antiguo socio de Miñanco, José Alberto Aguín Magdalena, O Rubio de Aios, condenado en 1993 a cuatro años de prisión por delito de receptación en tráfico de drogas. La misma sentencia que impuso a Prado Bugallo veinte años.

Centrándonos en ese terreno en Montalvo, Aguín Magdalena y María Rosa Prado, en representación de San Saturnino, realizaron actuaciones que determinaron que el valor de esos 13.000 metros cuadrados adquiridos "se incrementase exponencialmente", desarrollando urbanísticamente ese solar presentando una plan parcial de desarrollo de suelo urbanizable y un plan especial que acabó siendo aprobado por el Concello de Sanxenxo en 2007.

En 2011 el Ayuntamiento aprobó la constitución de la entidad urbanística de gestión y la propuesta de equidistribución en un proyecto que contempla la posible construcción de 38 chalés en una zona privilegiada, cerca de la playa. Los acusados, en una maniobra extraña, transmitieron las participaciones en Jolva de San Saturnino a otra empresa, Arlequín Rojo, cuyo representante legal es, otra vez, Aguín Magdalena. El precio de venta se fijó en 1,2 millones de euros. Pero la transmisión nunca se hizo efectiva. La sentencia establece ahora el paso al Estado de ese terreno con plan urbanístico en vigor pero con la duda de quien desarrollará el proyecto, si se ejecuta.