Tres años de prisión y una indemnización de casi 700.000 euros por un delito de lesiones por imprudencia grave. Esta es la condena que solicita la Fiscalía para el dueño de los dos perros, cruces de dogo de Burdeos con bóxer, que atacaron en Covelo de forma brutal a María Dolores A.B., una vecina de 83 años, en noviembre de 2017. La octogenaria fue ingresada en el Hospital Álvaro Cunqueiro y logró salvar la vida de milagro, pero los médicos tuvieron que amputarle ambas piernas por encima de las rodillas dada las gravedad de las heridas que presentaba.

El Ministerio Público solicita que el acusado, Natam C. C. indemnice a la víctima, viuda y madre de seis hijos que hasta el ataque se defendía perfectamente por si misma, con 583.112 euros por las lesiones, la operación y secuelas que padece, cantidad a la que añade otros 116.000 euros por los gastos de adecuación de su vivienda, la adquisición de una silla de ruedas eléctrica o la compra de un vehículo adaptado.

La acusación particular ejercitada por la víctima imputa al dueño de los perros un delito doloso de lesiones y eleva a 8 años la pena de prisión que se solicita y a 714.644 euros la indemnización por las secuelas, así como otros 116.000 euros por los mismos conceptos de adecuación de vivienda y transporte que pide la Fiscalía.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Ponteareas que investigó el caso, ha decretado la apertura de juicio oral contra el propietario de los perros y le requiere, a la espera de la celebración del juicio, que preste una fianza de 944.105 euros "para hacer frente a las posibles indemnizaciones que pudieran imponérsele". La vista oral, todavía sin fecha, se celebrará en un Juzgado de lo Penal en Pontevedra.

El ataque tuvo lugar el 4 de noviembre de 2017 en el barrio de As Barreiras de Covelo. La mujer acababa de salir de misa y los dos perros, propiedad de un vecino de la zona y que se encontraban sueltos en la calle, la sorprendieron en un camino. Los animales la arrastraron unos 30 metros y le mordieron en repetidas ocasiones. Uno de sus hijos la encontró. Según confirmó entonces la Guardia Civil y el alcalde del municipio, los perros estaban indocumentados, no estaban anotados en el Registro de Animales Potencialmente Peligrosos del Concello de Covelo y carecían de microchip y de cartilla sanitaria.

Cambio drástico de vida

"De la noche a la mañana toda su vida desapareció. Era una mujer independiente, vivía sola en su casa, cuidaba a sus animales... Y de repente pasó a ser una mujer totalmente dependiente. No solo perdió las piernas, apenas le dejaron 15 centímetros de cada una, sino que tampoco puede levantar el brazo izquierdo. Menos para comer, precisa asistencia y ayuda continua, hasta para cotar la comida", explican en su entorno.

La familia ha guardado un prudente silencio desde el ataque de los canes a la espera de que se celebre el juicio. Dolores ya no vive sola y como su casa no estaba adaptada a las necesidades que ahora tiene se trasladó a casa de su hija, quien se ocupa de ella. "Tiene días malos y otros peores. Su vida ha cambiado mucho y lo que todavía le espera", explican en su entorno. Una de las espinas que tiene clavada la familia es la actitud del dueño de los perros. "Ni una disculpa en todo este tiempo, ni tampoco interesarse por la víctima", añaden.