"Pasamos mucho miedo, pero para lo que pudo haber sido...". Así relataban dos dependientas de la tienda de productos de mascotas Kiwoko de Vigo a sus compañeros el atraco que sufrieron a primeras horas de la mañana de ayer. Dos hombres vestidos con ropa de obra, encapuchados con bragas de cuello y los ojos ocultos con gafas de sol entraron armados con sendos revólveres y atracaron el establecimiento situado en el parque comercial del Meixoeiro y se llevaron un botín de más de 15.000 euros.

El golpe estaba bien preparado, conocían dónde estaba la caja fuerte y que el furgón blindado de una empresa de seguridad iba a recoger una importante cantidad de dinero poco después.

Los dos encapuchados, que hablaban castellano, aprovecharon que la verja del local se encontraba medio abierta para agazaparse en la entrada, y cuando una de las dependientas acudió a abrir la puerta de cristal desde dentro, le propinaron un fuerte empujón y accedieron al interior de la tienda.

Una vez allí, intimidaron con las pistolas a las dos empleadas que se encontraban en el establecimiento, las maniataron con bridas y las encerraron. Tras ello se dirigieron directamente a la caja fuerte. Tras hacerse con el botín, los hombres tomaron las llaves del coche de una de las trabajadoras y huyeron.

Una de las empleadas logró soltarse posteriormente de sus ataduras y pedir auxilio. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía que se han hecho cargo de la investigación.

La Policía Científica recogió en el interior del establecimiento posibles muestras y pistas, mientras que la Policía Local localizaba el vehículo en el que se dieron a la fuga estacionado en la zona del Meixoeiro, por lo que se sospecha que cambiaron de coche.

Una ambulancia se desplazó al lugar para asistir a las dos dependientas que se encontraban en estado de shock y muy asustadas por lo ocurrido. "Entraron al grito de esto es un atraco, las intimidaron con las pistolas y las maniataron, y encima se llevaron el coche de una ellas. Menos mal que una tenía una de las bridas floja y logró soltarse y dar la alarma", explicaban algunos testigos.

Los investigadores revisan las grabaciones de las distintas cámaras de seguridad en las empresas de la zona del Meixoeiro para determinar el coche en el que finalmente huyeron los ladrones. No se descarta que el golpe haya sido perpetrado por veteranos atracadores locales a raíz del modus operandi utilizado.

Horas después, el establecimiento abría sus puertas con normalidad. Las únicas que ya no estaban eran las dos empleadas. "Están bien, fue un susto grande pero ahora están bien. Han ido a comisaría para declarar y posiblemente ya no volverán", explicaban sus compañeros.