Un joven de A Coruña de 20 años fue detenido ayer en Oporto acusado de matar a un amigo de 67 años, con "varios puñetazos, rodillas y patadas". Las autoridades encontraron el cadáver el martes por la mañana en casa de la víctima, si bien el crimen habría tenido lugar la víspera por la tarde, según informó la Policía Judiciaria portuguesa.

El sospechoso, según algunos medios lusos, salió del inmueble ensangrentado y pidió ayuda a un obrero de la construcción que estaba en la zona, quien avisó a los servicios de emergencias. Cuando los sanitarios llegaron a la habitación donde tuvo lugar la pelea ente ambos amigos, ubicada en el primer piso de un inmueble, encontraron el cadáver.

El falleció recibió una paliza, según la Policía Judiciaria, ya que el acusado "joven y de fuerte complexión física, agredió violentamente a la víctima, con patadas, puñetazos y golpes, desfigurándole y causándole la muerte", según el comunicado oficial.

El joven detenido, pese a su juventud, cuenta con relevantes antecedentes criminales en España, pues existe una orden de detención europea a su nombre para cumplir una pena de 14 años de prisión también por robo y homicidio en grado de tentativa ocurridos en 2017. El presunto homicida carece de residencia fija y de ocupación profesional, según las autoridades portuguesas. Ayer pasaba a disposición judicial para su primer interrogatorio ante el juez a la espera de las medidas cautelares que decida el tribunal.

Algunas fuentes consultadas por LA OPINIÓN apuntan que el detenido, aunque figura como oriundo de A Coruña, habría nacido en Colombia si bien está nacionalizado en España, de donde huyó para evitar enfrentarse a los 14 años de cárcel que afrontaba acusado de un robo con homicidio en grado de tentativa cuando apenas había cumplido los 18 años.

Su extradición a España se verá ahora paralizada porque previsiblemente deberá ser juzgado antes en Portugal por el delito de homicidio del que se le acusa allí.