Un control en 2012 en la zona viguesa de O Berbés puso a la Policía Nacional en alerta. Allí fueron identificadas varias jóvenes nigerianas que presentaban indicios de ser "víctimas potenciales" de trata de seres humanos. La investigación efectivamente descubrió una trama dedicada a captar a mujeres en Nigeria para traerlas a España a ejercer la prostitución. Y sometiéndolas antes del viaje a ceremonias de vudú para atemorizarlas y asegurarse su "obediencia" y que iban a pagar la deuda contraída. Ahora, concluida la instrucción judicial, la causa ya está próxima a juicio.

La Fiscalía acaba de realizar su escrito de calificación provisional, en el que acusa a cinco personas -tres hombres y dos mujeres- de origen nigeriano. Afrontan penas que oscilan entre los 15 meses y los 4 años y 9 meses de prisión. El juicio, todavía sin fecha, se celebrará en la Audiencia de Vigo.

La fiscal acusa de dos delitos de inmigración clandestina realizado con ánimo de lucro en concurso con otro de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y servidumbre, perpetrado con abuso de superioridad e intimidación. Y de otro de falsedad en documento oficial. Junto a las penas de cárcel y en algún caso de multa, también demanda una indemnización para una de las víctimas, que tiene la condición de testigo protegido en el procedimiento. Concretamente, solicita 18.000 euros.

Son dos hechos concretos, cada uno relativo a una víctima, los que articulan la acusación del Ministerio público. El primero se remonta a 2013 y se atribuye a tres de los encausados. Teresa D., nigeriana de 31 años; su compañero sentimental Osahon S., de 45, y Efosa I., de 46 y considerado cómplice. Todos vivían en Vigo y, según la fiscal, "acordaron la captación y traslado de una mujer nigeriana a España". Tras seleccionarla, Efosa se iba a hacer cargo de los trámites, con sus contactos en Nigeria, para facilitar a la chica un pasaporte falso. Recibió un adelanto económico y los inició, pero dado el retraso en los mismos los otros dos acusados decidieron romper tratos con él y seleccionaron a otro intermediario, de nombre Job.

A este último le enviaron el dinero necesario para que la joven fuese sometida a una ceremonia de vudú. Y así fue, porque en octubre de ese 2013 la llevaron en su país ante un brujo. Le cortaron uñas y vello púbico en un ritual en el que tuvo que jurar el cumplimiento del pacto del vudú, así como de las normas e instrucciones impuestas por los acusados. La mujer fue advertida de que debía abonar la deuda que iba a contraer y de que no podía escaparse. De lo contrario podrían ocurrirle "desgracias" a ella o a su familia.

Así que a la víctima le facilitaron un billete de avión, un visado falso y voló de Lagos a Madrid. Desde la capital cogió un autobús con destino a Barcelona. Y allí el acusado Osahon S. la recogió y la trasladó a la localidad de Manlleu. La mujer, sin embargo, no llegó a ejercer la prostitución ni a ser explotada ya que fue rescatada por policías especializados en Extranjería al día siguiente de su llegada.

En Redondela

El otro hecho asimismo de 2013 que se recoge en el escrito de la Fiscalía es relativo a otra víctima. También de Nigeria y también intimidada con una ceremonia de vudú. Los acusados en este caso son Faith O., de 41 años, y Lucky E., de 40. La deuda "arbitraria" impuesta a la joven ascendía a 50.000 euros. En el caso de esta mujer, tras un periplo que la llevó a Lisboa (Portugal), donde estuvo en un centro de menores del que escapó por instrucciones de Faith, acabó en Redondela. En este localidad pontevedresa fue rescatada finalmente por la Policía Nacional de Vigo.