"La llevé a mi casa para hacerle un bocadillo de embutido". El brigada de la Guardia Civil, antiguo jefe del Puesto de Pontevedra, niega que mantuviese relaciones con una víctima de violencia de género a la que su unidad estaba encargado de proteger. Rechaza, además, que hubiera mantenido relaciones a cambio de proporcionar ayuda económica o de cualquier otro tipo. Una versión que contrasta con lo que afirmó ayer esta mujer en el juicio, quien insistió en que el agente le propuso mantener relaciones sexuales y que estas serían como contraprestación a su ayuda: "No fue una relación sexual por dinero, fue por su ayuda". Una ayuda que no solo sería para pagar el alquiler, "sino para todo", como cuestiones relacionadas con el proceso abierto contra su expareja, como saber si su maltratador salía de la cárcel.

El caso de esta mujer había sido grave dado que su expareja le había clavado un cuchillo y fue ingresada en Montecelo, donde se conocieron. Acompañado de otros agentes y, siguiendo el protocolo, le ofrecieron un hotel cuando recibió el alta si no disponía de una alternativa residencial segura. Ella y su pareja eran toxicómanos. Tiempo después la mujer regresó a la Comandancia para denunciar que su novio había roto la orden de alejamiento. Fue aquí cuando la víctima asegura que este guardia civil retomó el contacto. Afirma que un día la llamó insistentemente para quedar. El acusado dice que fue la mujer quien le envió un whatsapp diciéndole que tenía miedo. Asegura que le ofreció llevarla al hotel concertado pero era de madrugada y ella le insistió que tenía hambre. Como estaba todo cerrado la llevó a la Comandancia, puesto que "allí hay una máquina de hacer bocadillos". Asegura que él no tenía cambio, por lo que la subió a su piso (ubicado en las viviendas de la Comandancia).

La investigación contra el agente no partió de la denuncia de esta mujer, sino de la propia Guardia Civil tras la apertura de una información reservada a raíz de que un subordinado lo viese subir a su piso al menos en dos ocasiones con dos mujeres víctimas de violencia de género. La Fiscalía no ve "creíble" la versión del acusado por lo que mantuvo su petición de año y medio de prisión y 7 de inhabilitación por solicitud sexual, negociación y actividad prohibida a los funcionarios, y abuso de función.