La magistrada titular del juzgado de instrucción de Llanes interrogó ayer a los detenidos en relación con el crimen del concejal llanisco Javier Ardines. El primero en llegar fue el ciudadano de origen argelino arrestado en el País Vasco. Fuentes de la investigación indicaron que en el coche del reo se encontraron estos de un gas pimienta que este arrestado y sus dos compinches (otro argelino que está preso en Suiza y otro de los arrestados), habrían utilizado para intentar aturdir a Javier Ardines, al que asaltaron cuando salía de su casa de madrugada el pasado 16 de agosto.

El argelino Djelali B., presunto autor material del crimen junto al compatriota suyo que está bajo custodia en Suiza, declaró durante unas dos horas y salió del Juzgado pasadas las diez de la noche. Fue increpado a la salida del Juzgado por familiares de la esposa de Javier Ardines. Instantes después fue el turno de J.M.B, el intermediario que puso en contacto a Pedro L. N. A. con los argelinos. Eran las 22.12 horas cuando éste último entró en el juzgado. Se negó a declarar. A las 22.40, sin que J. M. B. hubiese salido, entró al juzgado Pedro L. N. A., presunto inductor del crimen. "¿Qué hiciste, hijo de puta? Cabrón", exclamaron los familiares de Ardines al verle entrar en el juzgado. Éste último se negó a contestar a las preguntas de la juez y pidió dar su versión de los hechos. La juez tomó declaración a los tres en la sala de vistas.

La jornada en el cuartel de la Guardia Civil de Llanes fue frenética y estuvo marcada, desde primera hora de la tarde, por un sinfín de movimiento de los agentes de la Policía Judicial de Llanes y Gijón, y de la Unidad Central Operativa (UCO). El revuelo mediático provocado por el caso obligó a cortar la Avenida de la Estación, donde se ubican la sede judicial en la capital del concejo, desde las 14.30 horas. Un grupo de antidisturbios, una pareja de Policías Locales y varios guardias civiles se encargaron de custodiar la entrada al juzgado y ordenar la colocación de los diferentes medios de comunicación.

En el otro extremo de Llanes, a las 16.51 de la tarde, los agentes comenzaron a entrar y salir del Cuartel para preparar el traslado de los detenidos ante la jueza. A las 16.58 varios agentes de la UCO introdujeron varias cajas con las pruebas recabadas como consecuencia de los registros llevados a cabo en los domicilios de los detenidos. En el interior del garaje del cuartel de la Benemética seguían trabajando sin descanso en busca de restos biológicos al menos dos agentes de criminalística, en compañía de "Marley" y "Athor", los mediáticos canes de raza perro de aguas y cruzad de pastos belga.

En el cuartel, aislados para que no pudieran comunicarse entre ellos, permanecieron durante toda la jornada de ayer los tres detenidos. Pedro L. N. A., cerebro del asesinato, se cuidó muy mucho de que nadie desde exterior pudiese obtener una imagen suya sin la cabeza cubierta por la capucha de la sudadera y el anorak que llevaba encima desde que fuese detenido a las seis de la mañana del martes. En todo momento se desplazó con el rostro cubierto por las dependencias del cuartel, extremando la vigilancia al pasar junto a las ventanas que dan al exterior.