Los padres del pequeño Julen, José Roselló y Vicky García, tuvieron que ser asistidos y tomar algún fármaco tranquilizante durante su declaración como testigos ante la jueza que instruye la causa abierta a raíz de la muerte de su hijo, que fue rescatado sin vida de un pozo de más de 100 metros de profundidad en el que había caído en una finca en Totalán (Málaga).

Ambos acudieron a la Ciudad de la Justicia para declarar. Les acompañaba Adriana, pareja sentimental del propietario de la finca donde ocurrieron los hechos y prima de José, también citada para testificar. "Podéis imaginar cómo se encuentran los padres después de haber perdido a su hijo. Han pasado unos momentos muy duros al tener que revivir todo aquello", afirmó la abogada de la pareja, Antonia Barba.

Los progenitores han ratificado el testimonio que prestaron ante la Guardia Civil, pero además concretaron la "ubicación exacta" de algunos elementos del entorno el día de los hechos, como la situación de las mesas y del pozo, así como "qué había o qué dejaba de haber" en la zona, detalles que la letrada no especificó por respeto a la instrucción. Las declaraciones han sido "bastante precisas", destacó la abogada antes de añadir que ambos "sacaron fuerzas para poder ayudar a que se puedan esclarecer los hechos". "Son personas que no mienten, no tienen por qué hacer una declaración distinta", remarcó.

También se reafirmó en su declaración la pareja del dueño del terreno, quien señaló que vio medio cuerpo del niño y cómo desaparecía al caer en el pozo, según relató Antonio Flores, abogado de David Serrano, propietario de la finca y único investigado.